SEMANA GRANDE (Feria del Señor de los Milagros)
MANUEL SOLARI SWAYNE
Fue como una ilusión. Se establecerá en Lima la "Feria del Señor de las Milagros". Será una expresión de limeñidad. Rasgarán en el aire las guitarras y como las flores de espuma temblarán los pañuelos y los ponchos blancos y al pie de la imagen nazarena, junto a la multitudinaria manifestación religiosa se abrirán los pétalos del alma popular de la Ciudad de los Reyes. Como un homenaje. Como un amanecer de todos los años. I, por ser limeña – como la lengua de Castilla o la Gracia de Andalucía – ya que al nacer la Villa nacieron ellas en la emoción del pueblo, se encenderían también las corridas de toros. Fue una ilusión y sigue siéndolo.
Y, queremos creer que va camino de ser una realidad. Una realidad limeña, permanente. Ya tendremos ocasión de hablar sobre lo que en nuestro concepto debe ser La Feria del Señor de los Milagros. Ahora, en estas líneas, nos referimos exclusivamente al aspecto taurino de la Feria.
Se le ha dado tono, se le ha dado postín. Se ha traído aunque con retraso, cuatro corridas de toros españoles. Pertenecen a ganaderías de gran prestigio. Nadie ignora que los nombres de Guardiola, de Bohórquez, de Antonio Pérez suenan en las mejores ferias de España. Si el tiempo les permite reponerse totalmente, si vienen con la edad y salen con el peso reglamentario- que es lo que, justamente la afición espera- veremos renacer en la arena la auténtica emoción del toro de casta, su fuerza y poder de los piqueros, su alegría en el primer tercio y su codicia en el último.
Se le ha dado tono, se le ha dado postín. Se ha traído como primeras figuras del cartel, que lo son indiscutiblemente de España a Luis Miguel Dominguin y a Pepe Luis Vásquez. El uno dominador, valiente, pundonoroso, largo, torro que larga y tiempla con lentitud y holgura, hombre con empaque y de orgullo, decidido siempre a defender su sitio cimero,; el otro gran conocedor de los secretos de la lidia, depurado, exquisito, en su arte sevillano, que este año como Luis Miguel, ha cosechado triunfos grandes en a Feria de Sevilla y que sembró de aromas antiguos e insuperables las brisas de Aranjuez.
Completan el Cartel Raúl Ochoa Rovira, Antonio Bienvenida, Pepe Dominguin, y Alejandro Montani.
El valor y la vergüenza de Rovira, son siempre una garantía para el aficionado. El Peruano se arrima y obliga y obliga arrimarse. Y, además nos hace ir a la Plaza con la esperanza ver estoquear con la pureza de las clásicas eras. Que ya es un bello regalo.
Antonio Bienvenida deshojó en Lima la calidad de su magnífico arte. Nadie ha olvidado la hondura de sus conocimientos y su figura para demostrarlo. No se le ha dado bien la temporada española, que inició con un triunfo colosal en Toledo. Queremos creer y es un deseo nuestro, de la afición limeña que tanto le quiere, que como un homenaje a esta ciudad en la que tan arraigado está el nombre de los Bienvenida, cosechará los triunfos que su categoría le capacita para obtener.
Pepe Dominguin, es torero valiente y voluntarioso. Y hay que descubrirse ante su calidad de rehiletero. Nadie en España ejecuta el segundo tercio con la arrogancia, la exposición y la majeza de Pepe, hoy sentimentalmente unido al Perú.
Alejandro Montani, a quien se ha incluido en la extraordinaria del domingo, tiene una deuda con la afición nacional. Esperamos que sepa saldarla.
Estamos a una semana de iniciación de la temporada. Una semana en la que sobre todo, se hablará de toros. De la plaza, de los toreros, del ganado, de los carteles,. Dimes y diretes en las calles, en los corrillos, en los cafés, en las casas. Son las características de la Semana Grande. De las vísperas de todo acontecimiento. Como ha de ser la temporada taurina de la Feria de Octubre.
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