Rafael Serna, sorteo un lote imposible
Deslucida novillada El Montecillo. Notable presentación de Colombo en la que a punto estuvo de cortar la oreja del cuarto; mejorable la actitud de Aguado y sin opciones de ningún tipo Rafael Serna.
Momentos muy buenos tuvo la actuación de Serna ante el tercero, un animal rajado y deslucido. El sevillano llevó siempre con buen trazo a su antagonista y a esa media altura que requería su oponente. Estuvo inteligente en tiempos y distancia. Su quehacer careció de transmisión por la falta de raza de su astado pero impregnó de calidad cada embroque. Hubo empaque frente al primero de su lote, lástima que no le acompañó su novillo. Mató de estocada efectiva. El sexto fue un toro que sacó malas intenciones y se orientó a medida que avanzó la lidia. El novillo esparramó la vista y buscó con malas intenciones al sevillano. Astado de los que te meten en el hule, con el que Rafa Serna estuvo con oficio y profesional. Imposible y malo de solemnidad.
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animal e incluso le dio avisos muleta en mano en la mano zurda. Sin dejarle un segundo para pensar anduvo Aguado, que se enfrentaba a un animal sin ritmo. Ante el quinto, que le hizo varios extraños, no se terminó de confiar. Tan sólo en el final dándole derechazos de frente volvió de nuevo a conectar. Bien lo mató tras un final por bajo.
FICHA DEL FESTEJO:
Plaza de toros de Las Ventas. Duodécima de la Feria de San Isidro. Novillada picada.
Novillos de El Montecillo, soso el primero; pasador sin más y con la cara alta el segundo, que se dejó la vida en el caballo; deslucido y rajado el tercero; chispa encastada la del novillo cuarto; enclasado tranco el del quinto; imposible por peligroso el sexto.
Jesús Enrique Colombo; Ovación y vuelta tras petición.
Pablo Aguado; Silencio tras aviso y ovación.
Rafael Serna; Silencio y silencio.
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